En respuesta a lo que me planteas al final:
Decirte que hubo un momento en que sinceramente, llegué a dudar del compromiso que tenías con el proceso. Sí es cierto que posiblemente para mí se adaptaría mejor una mayor continuidad en la escritura, pero ahora que me dices que además has pasado algunas dudas en el proceso, y que el intervalo entre escritura es necesario para ti en este momento para mí ya está todo claro. Evidentemente seguimos adelante.Eres la primera persona que guío en este foro y yo mismo me hallo descubriendo cómo funciono como guía. Parece que a día de hoy el carácter de mi escritura es así: necesito al menos una media de tres días para responder mensajes. Lo único que puedo hacer es animarte a que continuemos nuestro diálogo, y a que lleves estas circundstancias lo mejor posible.
Creo que el proceso nos va a servir a los dos y eso me motiva todavía más.
Y además este "personaje" que hay aquí....sigue interesándose por los retos, así que serás tú quien me guíe hasta "AHÍ" Ha sido muy interesante lo que me has planteado hasta ahora y como se ha desarrollado el diálogo.
Dicho esto, honestamente pienso que no estoy demasiado lejos. Aunque eso se irá viendo.
Paso entonces a contestarte las preguntas y algunos comentarios.
Pues a veces hay un darse cuenta, pero otras veces no.¿te das cuenta de que tu mente está atareada con esa operación matemática compleja mientras ocurre?
Ahora veo (o siento o noto) en mi experiencia que no es posible la existencia de la conciencia separada del objeto de percepción. Si el objeto de percepción es un sofá que estoy mirando ahora mismo en frente,lo único que hay es el experimentar ese sofá, y la conciencia se hace "uno" o mejor dicho "algo no separado" con esa experiencia.¿Tiene la conciencia una existencia autónoma de los objetos de percepción? ¿Es posible que sea observada/sentida/vivida como algo separado?
Incluso si estoy con ojos cerrados mirando al "vacío" mi conciencia no está separada de ese vacío.
Es curioso, ahora lo veo diferente. Es decir, el hecho de que a veces aparezca el yo (o la ilusión del yo), no supone un problema. Y ocurre así porque la "visión" de que no soy realmente ese "personaje", aparece (cuando aparece) con mucha más fuerza, es como una brisa fresca, como una dulzura especial que cambia toda la experiencia. Digamos que puede aparecer la ilusión del yo, pero cuando ocurre el "despertar" al momento siguiente, me doy cuenta de que aquello había sido eso, una ilusión, como un sueño.He procurado guiar nuestro diálogo hacia la posibilidad de que la ilusión del yo pueda seguir recreándose después de esa realización. Y que esté bien así, que no sea un problema en sí mismo. La experiencia humana es una maravilla de este universo. Disponer de las herramientas para crear un espacio de libertad en las ocasiones en que la ilusión del yo se convierta en una prisión, la hace aún más maravillosa.
Y ha ocurrido algo, después de la comprensión que he comentado en el párrafo anterior, no se han reducido los pensamientos. Y de hecho hay menos "voluntad" de atender al "vacío" o a la "conciencia" como intentaba antes. Parece que ahora es menos importante si soy consciente de lo que soy consciente o no. Ahora parece que estoy dejando que la mente siga con su parloteo todo lo que quiera, pero ya me la creo menos.
Seguiré comentándote según tus propuestas.
Gracias por seguir ahí Misha.
Un fuerte abrazo